Como soy de orígen español, amo a España y tengo debilidad por los españoles.

Es cierto que tantos años fuera de aquél querido país, la influencia de las culturas anglosajona, escandinava y francesa y el consumo inmoderado de Kentucky Fried Chicken me han convertido en un perfecto híbrido global pero, bueno, las raíces son las raíces y sigo todo lo que pasa en España lo más de cerca posible.

Hasta los atentados del 11 de marzo de este año, España estaba gobernada por el proamericano José María Aznar, un arquetipo de hidalgo de Castilla la Vieja con bastante más fe que tolerancia. Pero tras el mayor atentado en muchos años en Europa, que costó la vida en Madrid a 200 personas tres días antes de las elecciones, los terroristas de al Qaeda consiguieron su objetivo de que el sr. Aznar perdiera la votación, y fuera substituido por un socialista, José Rodríguez-Zapatero, que había prometido retirar el millar y medio de soldados españoles presentes en Iraq en la coalición amorosamente tejida por el presidente george W. Bush.

Zapatero, de buen aspecto físico y un instinto certero para el marketing, ha encauzado su gobierno hacia la hiper-corrección política y el antiamericanismo militante. Así, el actual gobierno español está compuesto por 50% de mujeres y 50% de hombres. Es posible incluso que las identidades sexuales de los españoles estén también convenientemente representadas entre los ministros españoles y puede que, vista la ejecutoria hasta ahora, también la escala de coeficientes intelectuales de la población. En lo que seguro que hay unanimidad es en declararse furiosamente contrarios al imperialismo unilateralista americano -flagelo de los pueblos, ya se sabe- y muy particularmente de George W. Bush, que es un cowboy ignorante como todos sabemos. Así, si ahora mismo España es probablemente el país más antiamericano de Europa, su gobierno lo es con toda seguridad. Y la prensa está más o menos en la onda del gobierno...

Miren, no es cierto que la prensa de Madrid sea a priori peor que el periódico local de Topeka, Ks. De hecho, haber padececido los ardores patrióticos de Kox es una forma de graduarse en materia de exaltación ridícula, por lo que los noticiarios de las cadenas españolas no deberían llamar la atención. Pues bien, cuando se trata de cubrir noticias americanas, particularmente las referentes al Querido Tejano de la Casa Blanca o sus cómplices, los medios de prensa españoles entran en una especie de delirio totalmente único, incluso en el contexto la prensa europea. Eso lo pudo comprobar hace unas semanas nuestro inimitable Donald Rumsfeld.

Estaba el admirado Rumsfeld en Singapoore, defendiendo la civilización occidental un rato, cuando se le ocurrió dar una conferencia de prensa (créanlo o no, es muy bueno en esa actividad) en un barco de la marina americana, cuadro bastante adecuado para los tiempos que vivimos. Allí, entre otras maravillas de su pensamiento, expresó que quizá el malvado Osama Bin Laden trataría de lograr un atentado en tierra americana antes de la elección presidencial de Noviembre. Movido por su comprobado anhelo didáctico, dijo que podríamos temernos una salvajada como la del atentado en marzo contra los trenes en Madrid o la masacre de la dicoteca en Bali.

Nada nuevo bajo el sol. El único que era nuevo era el enviado especial de la agencia de noticias española EFE (*) asistente a la conferencia, que consiguió poner poner su pabellón en la cima del Everest del Dubious Journalistic Achievement.

El caso es que ese peculiar genio del periodismo mandó a Madrid una crónica en la que citaba al querido Rumsfeld diciendo que iba a haber atentados de al-Quaeda en España y Bali antes de las elecciones americanas. Auténtico. Se lo juro por San Pulitzer.

Los más bondadosos dicen que un periodista-funcionario(*), español, norcoreano o laotiano, enviado a una conferencia de prensa del secretario de defensa del imperialismo no tiene por qué saber inglés y menos el inglés del sr. Rumsfeld. A fin de cuentas, las leyes de Murphy son de aplicación obligada en los medios de comunicación estatales, parte de su identidad. Los fascistoides lacayos del imperialismo asegurarán que el periodista de la agencia EFE estaba haciendo méritos para ascender y que era sólo el exponente de la calidad del gobierno que le paga. Los ecuánimes comentaristas como yo decimos que la verdad puede estar en algún punto intermedio.

Pero lo mejor viene ahora...

La señora Doña María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del gobierno español, dama enérgica, especie de Sra. Thatcher izquierdista, en cuanto leyó la crónica del periodista-funcionario no dudó- No necesitó llamar a ningún embajador, cónsul o lo que España tenga en Singapoore. Tampoco le pareció conveniente ver qué decían AP, Reuters y los demás sicarios mediáticos del capitalismo anglosajón. Rápidamente llamó al periodista-funcionario de servicio y dijo:

"El señor Rumsfeld, secretario de defensa de los Estados Unidos es un irresponsable. ¡Mira que decir que va a haber atentados de al-Quaeda en España este verano!"

De inmediato los periodistas-funcionarios empezaron a sacar artículos diciendo que a lo mejor el pérfido e irresponsable Rumsfeld quería perjudicar la principal industria española, el turismo...

Y ahora viene la deliciosa historia personal. Actualmente vivo en Francia, lo que es una bendición en muchos sentidos, pero me expone a las llamadas de amigos y colegas americanos que necesitan citar a un experto en algo u obsevador, vagamente residente en la Unión Europea. Así que me llamó un amigo y viejo compinche de borracheras que trabaja para el pool de Knight R. en Washington y me dijo:

"J.A., tú naciste en España, ¿no? ¿sigues lo que sucede allí?"

"Sí, más o menos"

"Oye, hay una ministra española que cita unas declaraciones de Rumsfeld que no vienen en el record por ninguna parte. Y ha dicho que es un irresponsable."

Y me contó que la señora aquella había dicho que Runsfeld había dicho lo que nadie más decía que hubiera dicho.

Es verdad que mi opinión sobre la responsabilidad del sr. Rumsfeld ha conocido altibajos, pero decir que es un irresponsable, así, tan tajante... me resultaba un poco fuerte. Por lo cual le dije a mi amigo que lo dejara de mi cuenta, le expliqué que en Europa eran las 3 am (**) y que al día siguiente haría unas llamadas a Madrid, a ver qué había del asunto.

"J.A., te lo agradezco en el alma. Creo que hemos agarrado al DOD en una ocultación de información relevante."

Al día siguiente llamé a un par de amigos de Madrid y estos me expresaron su sorpresa (agradable) de que la señora ministra supiera quién era Donald Rumsfeld y me dijeron que no le diera demasiada importancia. Que era una dama bastante más temperamental que informada y que verían a ver de dónde salía el asunto. Dos horas después mi informante desde Madrid lloraba de risa contándome la historia del enviado especial de EFE y las declaraciones de la vicejefa del gobierno español.

Cuando llamé a mi amigo a Washington estaba excitadísmo.

"Los hemos agarrado, J.A., los tenemos. Rumsfeld ha escondido información al record, al pueblo americano, a nosotros y quizá al propio GWB. Rumsfeld lo niega todo y el Departamento de Estado ha puesto en marcha a George Argyros (embajador USA en Madrid), a ver si Powell se hace con su cabeza".

Le dije que calmara sus ímpetus. Le expliqué, como pude, lo que son y las peculiaridades de la agencia EFE, el Partido Socialista español y la señora en cuestión. Que finalmente aquello iba más allá de los (probablemente muchos) pecados del querido Donald.

Decepcionado, mi amigo me dijo que sin duda España era un país muy peculiar. Le contesté que era la patria de Salvador Dalí y Luis Buñuel.

La historia terminó con que la embajada USA en Madrid aclaró el asunto de que el enviado especial de EFE a la conferencia de Rumsfeld no conocía más allá de tres palabras en inglés (yes, number one, f***), dijo a la ministra que Rumsfeld no había dicho aquello, sino que había dicho lo otro, que era un caballero muy responsable y acompañaron sus decires con los cables del hilo en español de AP, Reuters y, por si acaso, AFP (Agence France Press). Con lo que todos contentos.

¿Todos? No. La señora ministra no creyó oportuno presentar sus excusas.

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(*) Es preciso decir que la agencia EFE es propiedad del estado español y sus empleados son funcionarios pagados con dinero de los contribuyentes. Por supuesto, nadie debe pensar que eso pueda tener la más mínima influencia en la independencia de su cobertura noticiosa, pero yo sería un pésimo reportero si no hiciera mención de ello.

(**) La gente que vive en Washington, quizá por complejo de Roma imperial, parece que nunca acaban de entender lo de los husos horarios.

# posted by Juan A. Hervada @ 8:16 PM